El primer ministro griego, Yorgos Papandreu, ha convocado un referéndum para que los griegos decidan si aceptan o no las condiciones del segundo rescate griego impuesto por la UE.
Mi primera reflexión me lleva a afirmar que esto es una victoria de la lucha del pueblo griego ante la permanente imposición de medidas que están haciendo que la crisis griega la paguen solamente las clases más desfavorecidas.
Son muchas las huelgas, las manifestaciones y algún muerto lo que a los trabajadores griegos les ha costado que su gobierno haya tenido que reflexionar sobre la forma en que se está imponiendo a Grecia su salida de la crisis económica. El que el gobierno griego se haya tenido que plantear la celebración de un referéndum, solo indica que ese gobierno se cuestiona las medidas que esta aplicando para salir de la crisis.
El plan de recortes que la UE imponía a Grecia para aprobar el segundo rescate griego suponía que nuevamente las clases más desfavorecidas eran las que tendrían que soportar los recortes en sus condiciones salariales, sociales y de derechos. La quita del 50% de la deuda griega era un caramelo envenenado, porque a cambio de ello se les exigía a las clases más desfavorecidas de la sociedad griega caer en la más absoluta pobreza. Mientras los millonarios griegos han evadido a cuentas secretas suizas más de 200.000 millones de euros desde que comenzó la crisis económica, cantidad más que suficiente para paliar la deuda griega.
El problema griego, como el de todos los países con gobiernos de derechas o que aplican políticas de derecha, es que sus gobiernos han pretendido que la salida de la crisis económica la paguen en exclusiva las clases más desfavorecidas. Pero eso tiene sus limites, primero porque la ciudadanía termina rebelándose, segundo porque insistir en sucesivos recortes sociales y salariales solo conduce a llevar a la miseria a la ciudadanía y tercero porque las severas políticas de ajuste llevadas a cabo por los gobiernos europeos han demostrado que solo conducen a agravar aún más la crisis económica.
El problema, como siempre, no es un problema de riqueza sino de su reparto. Paliar los déficit públicos incrementando los ingresos, aumentado la imposición fiscal a los que más tienen, no tiene repercusión en el deterioro económico porque su poder adquisitivo les permite seguir consumiendo al mismo ritmo. Reducir el poder adquisitivo y los derechos sociales de los mas desfavorecidos si tiene repercusión en el deterioro de la economía, porque estos no pueden mantener el mismo ritmo de consumo. En esto es en los que se han equivocado los políticos europeos. A lo mejor solo hacían defender los privilegios de los de su clase social.
La ciudadanía griega va a tener la oportunidad de rebelarse contra las políticas económicas que les están empobreciendo y decir no a que los responsables de la crisis económica, los políticos corruptos y los más poderoso económicamente pasen por la crisis como si no fuera con ellos. Todo ello es posible que traiga graves consecuencias económicas en la UE, pero en todo caso servirá para que los políticos reflexionen sobre como no se debe gestionar la crisis económica.
Salud, República y Socialismo.
Como siempre a pagar los que menos tienen, no se como acabará lo de Grecia, han caído las bolsas otra vez y la Merkel está furiosa, el miedo que tengo es que Grecia arrastre a los demás.Un abrazo.
ResponderEliminarY sobre todo, demuestra que los ciudadanos cuentan para algo, porque está visto que los mercados y la democracia son incompatibles.
ResponderEliminarTod@s a Grecia para unirnos al referendum...
ResponderEliminarComo sabes, ya se ha abortado el referendum. Y es que esto de la "democracia" pone de los nervios a más de uno...
ResponderEliminarBesos