Berlusconi ha caído. Lo que no consiguieron las urnas, lo han conseguido los mercados. Ahora Berlusconi parece definitivamente acabado.
Berlusconi ha sido la antítesis de lo que debe ser un político. Toda su trayectoria política ha sido un continuo uso de la política en beneficio propio. Berlusconi ha utilizado la política para beneficiar a su imperio económica, ha utilizado la política para poner los medios públicos de comunicación al servicio de su partido, ha utilizado la política para tratar de amordazar los medios de comunicación independientes, ha utilizado la política para tratar de blindarse ante la acción de la justicia y ha utilizado la política para satisfacer sus mas bajos instintos sexuales. La compra de voluntades en el Parlamento italiano y sus, mas de una vez, aireadas relaciones con la Mafia italiana, le han situado en la delincuencia política a pesar de que su influencias han evitado su condena.
Berlusconi, además, ha sido en lo personal, si es que un primer ministro puede separar su faceta personal de la pública, una persona deleznable. Su desprecio hacia las mujeres, a las que ha considerado como bellos objetos decorativos, lo que le costo enfrentarse a manifestaciones feministas de rechazo. Sus actitudes machistas hacia las italianas, las ministras del gobierno Zapatero, las cargos públicos europeos, los homosexuales y lesbianas. Sus demostraciones xenófobas hacia la emigración; todo ello conforman un personaje que solo merece el desprecio de cualquier demócrata.
A pesar de todo ello, Berlusconi ha mantenido el apoyo de la ciudadanía hasta casi el último momento. Se salvó por la mínima de ser censurado en el parlamento gracias a la compra de votos, a pesar de la continua perdida de apoyo entre sus filas. Y por desgracia no han sido las urnas, los italianos ni siquiera las instituciones democráticas las que han provocado la caída de Berlusconi. Han tenido que ser los mercados los que han puesto fin a su trayectoria política. Después de llevar a Italia y a la ciudadanía italiana al borde de la ruina, los mercados han sido los que han exigido su caída, porque ya no les era útil , porque la situación a la que ha llevado a Italia no hacia rentables sus inversiones especulativas.
Se va Berlusconi, se va el caimán. Se va sin que haya pagado por sus culpas. Se va un político que no supo representar a su país con dignidad. Se va sin que haya pagado el desprecio manifestado hacia la dignidad de las mujeres. Se va sin pagar le deuda hacia la juventud italiana condenada al paro porque cambió los meritos por el enchufismo. Y se van si haber pagado su deuda con la justicia.
Pero ahora ya no contará con poder para manejar las instituciones políticas italianas para salvarse de la acción de la justicia. A partir ahora ya no tendrá excusas para rendir cuentas ante la ley. Esperamos que más pronto que tarde, pague con creces las cuentas de las que hasta ahora se ha librado, por haber usado la política para evadir sus responsabilidad ante los jueces.
Se ha ido un payaso de la política. Un payaso que pretendió reírse de la ciudadanía italiana y durante mucho tiempo lo consiguió. Ahora cuando las urnas se abran de nuevo esperemos que no elijan a otro payaso, porque a los payasos también los elige el pueblo.
Salud, República y Socialismo.
Antonio,se va pero no castigado por las urnas como en toda democracia debe ser.Se va obligado por los mercados,no por las urnas.
ResponderEliminarNo recibe la patada y desprecio de la ciudadanía en las urnas.Se va porque los oligarcas se han cansado de él.
Tan despreciable es él como quienes le han obligado a irse.
Saludos
Lástima que hayn sido los mercados yno los italianos los que le hayan echado.Ójala pague sus culpas, aunque un personaje como ese conoce muchos medios de escurrir el bulto. Pero de momento, se va el caimán.
ResponderEliminarSalud y República
Me alegro de su marcha, pero es triste ver que no le han echado los ciudadanos sino Los Mercados. Los amos del cotarro.
ResponderEliminarSalud y República
Hoy he escrito sobre lo que yo considero un golpe de estado de los mercados. No me gusta y además me preocupa muchísimo, el que no sean los sistemas democráticos los que cambian los jefes de gobierno.
ResponderEliminarBien que se vaya Berlusconi, pero no así. Me parece muy peligrosa la deriva de la UE
Besos
Te diría a pesar de que me tachen de conspiranoica, que la UE se está preparando para un gobierno único (de un sólo color), y para ello necesita a todos los gobernantes como meros gestores de lo que se diga en Bruselas. Al que ose contrariar en algo lo que diga Merkel o Sarkozy, golpe de estado económico y a poner a otro y a dedo como el caso de Italia. Creo que forma parte del último proceso de integración europea (se estudia en 2º de grado de ADE) y viendo lo que está sucediendo está más que claro.
ResponderEliminarUn abrazo.