No son los mercados, no es el sistemas financiero, no es el déficit público de los estados ni son los causantes de la burbuja inmobiliaria. Estos nos tienen nada que ver con el inicio de la crisis económica actual.
Según la jerarquía de la iglesia católica el problema radica en que nos hemos olvidados de Dios. Y claro al olvidarnos de Dios nos cae encima el castigo divino en forma de crisis económica. Porque nos hemos olvidado de Dios, se nos castiga con millones de parados, elevación de la prima de riesgo, perdida de derechos sociales y económicos y como contrapartida premia a los poderosos, a los banqueros, a los especuladores y a los dirigentes políticos que ejecutan el castigo divino. Se ve que esta buena genta si que se acuerda de Dios. Hay que ver como se las gasta el dios de los católicos.
Esta es una de la ocurrencias del cardenal Antonio Cañizares, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, la nueva Inquisición, ante la crisis económica que asola el mundo. Como siempre la iglesia católica solo ve “los enemigos exteriores” a sus problemas. Los problemas de por qué cada día su influencia en menor en la sociedad. De por qué cada día son menos las personas que se acercan a las iglesias, se bautizan o se casan por el rito católico. De por qué cada día hay menos jóvenes en los seminarios y cada día se ordenan menos sacerdotes.
Cada día la sociedad está más secularizada, cada día hay más personas que se manifiestan laicas o ateas y cada día la disociación de la iglesia y la ciudadanía es mas que evidente. Pero ellos a lo suyo, la culpa es del mensajero. No se dan cuenta o no se quieren dar cuenta que la ciudadanía se separa de ellos porque ellos están cada día mas separados de los problemas de la ciudadanía.
Y ahora, la semana que viene, vendrá el jefe de todos ellos, Don Benedicto, y se reunirá en Madrid con parte de sus cachorros. Pero la excusa de la JMJ servirá de coartada para que D. Benedicto lea la cartilla a los gobernantes españoles, para que un jefe un estado extranjero se inmiscuya en la política de un estado soberano, para lanzar dardos contra las políticas sociales aprobadas por el parlamento español y para mostrar su apoyo a la campaña electoral del P.P. y Mariano Rajoy, cuyos máximos dirigentes estarán en los actos de la JMJ para rendir pleitesía a D. Benedicto.
Habrá que demostrarles a D. Benedicto y a sus jerarcas que los pueblos son soberanos y que no van admitir injerencias de de nadie en sus decisiones. Por eso la la JMJ ha de ser una semana de movilizaciones contra la llegada de un jefe de estado extranjero que pretende hacer proselitismo financiado por las instituciones españolas e injerirse a las decisiones de las instituciones políticas de nuestro país.
Salud, República y Socialismo.
Oír un día sí y otro también las chorradas supinas que dicen los "doctos" representantes eclasiásticos, me indigna a la par que me encocora.
ResponderEliminarOjalá que la manifestación laica del 17 sea todo un éxito.
Un beso
No hay más que recordar lo que dijo cuando vino a Santiago...hablarán de la diplomacia del Papa, pero yo no se la vi.
ResponderEliminarDeberían de mandar todo el dinero que ese viejo con afán de protagonismo se gasta en una campaña, contra el hambre en Africa. A lo mejor, algunos, por su ejemplo, respetábamos algo a la iglesia.
Porque su Jefe dijo "por sus obras les conocereis"
Con Mª Jesús.. menos fastos y más ayudar a los necesitados.
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