Yo tampoco te espero

Estás a punto de llegar y somos muchos los que no te esperamos ni te invitamos a venir a este país. No eres bienvenido.

Y no eres bienvenido por muchas razones, en primer lugar porque  el coste de tu visita no lo vas a pagar tu sino los contribuyentes españoles y aunque el ilustre alcalde de Santiago diga que se hace lo mismo que cuando tiene lugar un concierto de los Rolling Stone, eso no es cierto porque cualquier grupo musical paga los pertinentes impuestos  para poder utilizar un espacio público mientras a ti te sale todo gratis.

No eres bienvenido porque en lugar de dedicarte a orientar a tus fieles pretendes imponer tu trasnochada moralidad a toda la ciudadanía.

No eres bienvenido porque en lugar de poner a disposición de la justicia a lo muchos delincuentes sexuales y económicos que existen dentro de tu organización, los proteges y ocultas. Y en lugar de indemnizar y pedir perdón a las victimas de losa abusos, justificas las actitudes de los delincuentes sexuales.

No eres bienvenido porque prefieres que la gente sufra y muera de SIDA por tu negligente oposición al uso de preservativo.

No eres bienvenido porque no respetas el derecho a vivir en libertad la particular condición sexual de las personas.

Podría darte muchas mas razones por las que no te espero y no eres bienvenido, pero creo que con estas son ya suficientes. Tienes suerte de venir a un estado en que su gobierno, contrariamente a lo prometido, se doblega a tus presiones y sigue sin denunciar un concordato preconstitucional que concede a tu iglesia unos privilegios abusivos y retira la reforma de la ley de libertad religiosa prometida en su programa electoral.

Y como los medios públicos de comunicación también se ponen a tu disposición, voy a apagar la TV hasta que abandones este país.

Salud, República y Socialismo.