Tras 70 días de encierro a 700 metros bajo tierra, los 33 mineros de la mina San José de Chile han sido rescatados con éxito.
Querámoslo o no este ha sido el hecho mediático de mayor importancia de los dos últimos meses. Nunca se había intentado un rescate de las características de este y se ha puesto en evidencia como la tecnología usada eficazmente puede a ayudar a resolver problemas que no hace mucho tiempo hubieran sido irresolubles. No hace mucho tiempo ni se hubiera intentado un rescate de este tipo por falta de tecnología eficiente.
Dicen que este rescate ha costado en torno a los 15 millones de euros. Evidentemente salvar 33 vidas humanas justifican plenamente el gasto realizado, pero en primer lugar hay que pensar que este gasto hubiera sido innecesario si la mina San José hubiera contado con las preceptivas medidas de seguridad y segundo ¿cuanto se podría mejorar la seguridad en las minas chilenas con esos 15 millones de euros?
En toda esta historia ha habido también una cierta utilización política del trágico suceso y el mayor exponente al sido el presidente de Chile. Él, que se opuso a opiniones de su gabinete en el sentido de que no merecía la pena emprender semejante rescate, se ha cobrado con creces su apuesta de rescatar a los 33 mineros; ha estado en todo el proceso y sobre todo durante las 22 horas que duró el rescate definitivo como un actor principal de este ya momento histórico. Ha capitalizado el rescate, pagado con dinero público, con un baño de popularidad. Habrá que ver hasta donde llegan las leyes chilenas en la exigencia de responsabilidad laboral, económica y penal del patrón de la mina.
Para los mineros este encierro va a constituir un antes y un después, porque es evidente que su vida a partir de ahora no tendrá nada que ver con lo que fue. Se lo merecen. Estar encerrados durante 70 días a 700 metros bajo tierra y con la incertidumbre de si serían capaces de salir con vida de ese agujero, es un precio elevado el que han pagado por ello. Son ya múltiples la ofertas millonarias que están recibiendo desde los medios de comunicación para que cuenten en exclusiva sus historias. Pero ¿que ocurrirá con el resto? sus 250 compañeros están ahora en el paro y sin cobrar porque el patrón se ha declarado en quiebra y ¿que sucederá con la seguridad de las minas chilenas? El Presidente Piñera se ha comprometido públicamente con poner patas arriba las seguridad de las minas chilenas, ¿se cumplirá el compromiso o será simplemente un calentón al hilo de la euforia del rescate?
Y ahora que el lógico proceso mediático del rescate ha terminado empezará el verdadero culebrón mediático. Desde las exclusivas con lo mineros que pelearán los medios de comunicación hasta el proyecto de realizar una película sobre este drama y que ya tiene propuesta de protagonista, Javier Barden. Ríos de tinta quedan todavía por leer en torno a la tragedia y a su feliz solución. Evidentemente yo no tengo nada que criticar a los mineros que quieran explotar económicamente los sufrimientos padecidos, están en su derecho; pero por desgracia será otros los que se lleven la gran tajada del negocio mediático.
Y ya que esto se acaba, quiero dejarles con lo que parece que ha sido el tema más escuchado durante 70 días por los 33 mineros encerrados a 700 metros bajo tierra.
Salud, República y Socialismo.
Y multitud de regalos que reciben,podriamos pensar que de forma altruista,pero que mejor inversion publicitaria que esta,invertir por norma en seguridad cuesta pero si hay un retorno economico duele menos,esa es la verdadera importancia de la vida humana,saludos.
ResponderEliminarMe alegro por los mineros. Lo que siento y temo es el circo mediático y el protagonismo del presidente chileno que hasta ahora nada se había preocupado por la situación de los mineros. En fin,
ResponderEliminarUn beso
Me alegro mucho por los mineros. sin embargo, aquí hay puntos muy oscuros, como suele ocurrir en los accidentes de trabajo.
ResponderEliminarParece que no se hacían las inspecciones suficientes para velar por la seguridad, y además, los propietarios en alguna ocasión en vez de construir otras salida como parece que era preceptivo, prefirió pagar la multa.
Ojalá que me equivoque, pero me temo que esto, que hoy es un éxito que se apunta el presidente chileno, no tenga repercusión en la mejora de la seguridad de las minas.
Salud y República