La crisis de la pensiones no es una hipótesis, ya ha llegado pero no afecta a los sistemas públicos que como el español goza de buena salud, sino a los fondos privados de pensiones que muchos de ellos se en encuentran con la posibilidad de no poder pagar las prestaciones prometidas o luchan para evitar el colapso.
En estos momentos se están ultimando los trabajos del Pacto de Toledo que elaborará, probablemente, una propuesta para la reforma del sistema pública de pensiones. Las instituciones financieras y los mercados especulativos no paran de advertir de la necesidad de reformar el sistema si no se quiere que este quiebre como consecuencia de la evolución demográfica. Pero esto no es nuevo llevan muchos años augurando lo mismo y todas las veces se han equivocado, el sistema pública de pensiones está en superávit, cosa que no puede afirmar los fondos de pensiones privados. Todo estos malos augurios sobre los sistemas públicos de pensiones no son sino actuaciones interesadas en debilitarlos, como formula de fortalecer los fondos de pensiones privados. Desde la década de los 90, desde del Banco Mundial, las instituciones financieras internacionales y los gabinetes de estudios de las entidades financieras se lanzaron números estudios destinados a prevenir sobre seguras quiebras de los sistemas públicos y la necesidad de recortar las prestaciones o incluso privatizar las pensiones públicas. Algunos de esos estudios auguraban que la quiebra de los sistemas públicos se produciría en torno al año 2000. Han pasado 10 años y las pensiones púbicas en España han tenido superávit año tras años desde entonces.
¿Pero que ocurrió con los fondos privados? Pues que coincidiendo con los informes alarmistas entre los años 1995 y 2000 las entidades financieras pasaron de gestionar 4,9 billones de euros a 11,5 billones en sólo cinco años. En España en ese mismo periodo se pasó a gestionar de 13.000 a 38.000 millones de euros. Y llegó la crisis y con ella se tambaleó todo el sistema sobre el que está montado el tinglado de los fondos de pensiones privados. Y al igual que se hundieron las economías de los países desarrollados, se hundieron los fondos de pensiones privados. Solamente durante 2008 los fondos privados en el mundo perdieron un 18,3% de su valor, destacando el 37% del Reino Unido, el 27% de Canadá o el 20% de EE.UU. Por no hablar de determinados fondos que están al borde de la quiebra y en serias dificultades de pagar sus compromisos.
La intencionalidad de los informes sobre la necesidad de reformas de los sistemas públicos de pensiones es evidente. Estos informes que en su mayoría son elaborados por los departamentos de estudios de las entidades financieras, no hacen sino intentar socavar la hasta ahora buen salud de los sistemas públicos de pensiones, porque la supervivencia de los fondos privados solo es posible desde la degradación del sistema público de pensiones. Solamente la necesidad de complementar la pensión publica es la garantía de un incremento de los fondos que controlan las entidades financieras y de su éxito económico. Incluso lo reconocen en sus propios informes. Como el elaborado por INVERCO, la patronal de las entidades financieras españolas, “El impacto de la crisis económica y financiera en la inversión colectiva y en el ahorro-previsión”. Según este informe el sector no crecerá mientras el sistema público de pensiones goce de buena salud. "El que las pensiones públicas sustituyan en porcentajes muy elevados a los salarios previos a la jubilación implica que hay poco margen para la expansión de las pensiones privadas" es la conclusión del citado informe. Es decir que mientras que las pensiones públicas continúen en el nivel actual, los trabajadores no tendrán necesidad de complementarlas con un fondo privado.
Estas son las razones por la que cada vez con mayor asiduidad las entidades financieras lanzan estudios con el propósito, primero de crear pánico entre los trabajadores y segundo justificar reformas que solo pretenden degradar el valor de las pensiones; única manera de que las entidades financieras puedan hacer negocio con el ya escaso ahorro de los trabajadores.
Ocultan sus miserias y divulgan falsas perspectivas para poder hacer negocio con ello.
Salud, República y Socialismo.
Sí, Antonio, sí. Aquí con tal de privatizar lo público...
ResponderEliminarSin embargo, el problema de las pensiones es un problema real que habrá que reencauzar, pues quizás ahora las cuentas salgan, pero dentro de unos años la población estará más envejecida, habrá menos población en edad de trabajar (al menos porcentualmente),...
Con todo, hay otras soluciones más razonables y sociales: fomentar la venida de inmigrantes que ensanchen nuestra franja de población activa,...
Saludos progresistas de Madrid.
Has dado en el clavo. No es necesaria la reforma de las pensiones. Es un bluff que nos han ido metiendo desde hace 20 años. Claramente, es un interés por parte de las instituciones financieras que no responde a una necesidad. Basta leer lo que a este respecto escribió, hace poco:
ResponderEliminarhttp://www.vnavarro.org/?p=3839
Salud y República
Leí el artículo en Público del 19 de sept. y es verdad, los fondos de pensiones privados son los que están en crisis porque un porcentaje muy elevado estaban invertidos en bolsa y con la crisis han perdido dinero. Su manera de volver a ganar es apretando al Estado para obligar a la gente a que contrate pensiones privadas. Se las saben todas.
ResponderEliminarUn abrazo.
La viñeta es muy clara. El propósito es que el trabajador se muera antes de cobrar.
ResponderEliminarMarcos
ResponderEliminarPero el problema no es la demografía, porque ahora puede haber una generación en el que disminuya la relación entre pasivos y activos, pero en la siguiente generación será al contrario, la demografía hará que esa relación se incremente. Entonces ¿Qué habrá que hacer? ¿Reducir las cuotas para que no haya superávit? Hay que compensar unos periodos con otros.
Rafa
Había leído ese articulo y coincido plenamente con él.
Lakacerola
Los fondos de pensiones privados no tienen ningún sentido con un sistema público de pensiones saneado y eficiente, por eso hay que degradarlo.
Nicolás
Cuando Bismar instituyo el sistema público de pensiones en Alemania, muy pocos trabajadores vivían más de 65 años.
Salud, República y Socialismo