lunes, 13 de septiembre de 2010

Oportunismo electoral

Anda el P.P. tan desquiciado con eso de llegar al poder cuanto antes, que no repara en contradicciones y desdecirce de sus propios acuerdo.

Ahora pretende que se consensúe que sea alcalde el candidato de la lista más votada. Y hace unos días criticaba que el PSOE pudiera pactar con el PNV lo mismo a cambio de su apoyo en los Presupuestos para 2011. Lo único que les importa es conseguir mayores cuotas de poder a cambio de lo que sea.

No hace mucho acordaron PP y PSOE reformar la ley electoral y nada propuso el P.P. al respecto. Les importa bien poco que la ley electoral sea totalmente injusta y que solo beneficie a los partidos mayoritarios y a los nacionalistas. Ellos a lo suyo, a profundizar en el bipartidismo, para poder seguir haciendo casi la misma política pero con distintas caras. El electoralismo del P.P.les hacer proponer una reforma que solo afectaría a los ayuntamientos porque sabe que de esta forma podría recuperar 15 grandes ayuntamientos que ahora están en manos de otras fuerzas políticas gracias a acuerdos de investidura. Pero hipócritamente no tienen ninguna intención que ese acuerdo se aplicara en las comunidades autónomas. Porque ¿como explicar la situación de Canarias o Euskadi? En el primero de los sitios con su apoyo a Coalición Canaria no gobierna la lista más votada, el PSOE y en el segundo su apoyo al PSOE impide que el PNV, como lista más votada ,gobierne.

Todo es pura matemática electoral que pretenden aplicar solo allá donde les beneficia. Pero es que además de injusta, la propuesta del P.P. es inviable. ¿Alguién piensa que un alcalde en minoría podría estar aplicando su programa electoral durante cuatro años? Lo lógico sería que la mayoría municipal impusiera al alcalde unos presupuestos que no son los suyos, una política social que no sea la suya, un desarrollo urbanístico que o sea el suyo, en resumen  una política minicipal que no sea la suya ¿Y es eso bueno para la democracia municipal? que un alcalde gobierne pero haga la política municipal que le impone la oposición. Seria de locura.

Pero el tema es tener algún argumento más para  utilizarlo electoralmente. A pesar de que sea de locos.

Salud, República y Socialismo.

6 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Una vez más demuestran que se quedan anclados en tiempos pasados. Reino Unido quiere avanzar hacia un sistema más proporcional porque han comprobado en propia carne que el bipartidismo exaltado es una injusticia inmunda.
    Yo creo que al PP ya solo le falta proponer un cambio a la inglés a nivel nacional y como habéis dicho alguna vez: ¡Santiago y cierra España!
    Saludos progresistas de Madrid, Antonio.

    ResponderEliminar
  3. estan cegados por conseguir poner el culo en la Moncloa para llevarnos al pasado, tan cegados que se contradicen y no saben lo que dicen, piensan que nos hemos caído de un guindo estos peperacos.

    saludos.

    ResponderEliminar
  4. Siguen con el convencimiento de que el poder es suyo por nacimiento y haran lo que sea por llegar a el,saludos.

    ResponderEliminar
  5. No es un problema matemático, si no lo sería también para Euskadi y Canarias. Es un problema de poder. Conseguir poder por encima de todo y a costa de todo, aunque sean incoherencias y vayan contra el sentido común.

    Salud y República

    ResponderEliminar
  6. No esta tod descubierto. Siempre es posible como en el circo una pirueta mas. Lo que ocurre que en esto se carece de la plasticidad del circo.

    Cuando hablamos de política esto de un puntito mas nos acercamos al surrealismo. La política es cada vez mas surrealista.

    Eso es una puntilla a los gobiernos de izquierda (es un decir, porque no siempre supone un acuerdo con el PSOE ser de izquierda) Zapatero firmará lo que le pongan en su objetivo de alargar al máximo la legislatura en la esperanza de... No se de verdad donde sitúa este hombre la esperanza.

    sañudos,

    ResponderEliminar

Escribe, comenta y disiente con total libertad de expresión. El único limite la mentira y el insulto.