Me importa un bledo si la infanta se separa, se divorcia, se echa un amante o se hace republicana, pero digo yo que algo tendrían que decir los obispos de su divorcio.
Y la monarquía debe ser consecuente con sus principios, no se pueden acoger a los privilegios y luego pretender comportarse como la vulgar plebe. Se es infanta que lo sea con todas las consecuencias y si se tiene que sacrificar permaneciendo unida al Marichalar hasta que la muerte les separe pues ajo, agua y resina, que para eso la mantiene el erario público, para dar ejemplo de modelo de esposa cristiana.
Seguro que nuestros obispos se olvidan también de los curas pederastas irlandeses, seguro que eso es un asunto interno del que no hay que hablar, solo lavar en casa los trapos sucios y guardarlos rápidamente en el armario para que no se vean.
Por cierto los obispos ya tienen motivos para ponerse a excomulgar a troche y moche a todos los herejes que han votado la tramitación de la ley de Salud Sexual y Reproductiva, mal llamada ley del aborto.
Salud, República y Socialismo.
¿excomunión?
ResponderEliminarpues disiento radicalmente.
Vamos,que yo les daba unas hostias...
mitxel
Pues, querido Antonio, a mí me pasa como a ti: me la refanfinfla lo que haga la infanta y consorte: que se divorcire, que se arrejunte, que se anule (esto en otro sentido estaría incluso bien)... en fin que haga lo que le venga en gana.
ResponderEliminarPero, tienes razón, la hipocresía eclesiástica se pondrá una vez más en evidencia.
Me uno a lo que te dice el "anónimo Mixtel".
Un beso, y que dios nos coja confesados.
Se han unido, una vez más, la Monarquía y la Iglesia y ninguna reaccionará contra la otra. Son almas del mismo cuerpo (joer esto me recuerda lo de tres personas distintas y un solo....). Forman un todo de donde quieren que salga todo lo demás. Se taparán, se exculparán. La historia dice que sólo cuando se trata de disputarse el poder terrenal (hoy lo tienen repartido) pueden enfrentarse, pero tienen los mismos fines: El poder.
ResponderEliminarY de mí, que se olviden, unos y otros. Ambos dos son las rémoras más importantes que arrastra esta democracia, y se unen para no seguir perdiendo poder.
Salud y República
Ya me he percatado de lo calladitos que estan, no abriran boca, hipócritas!
ResponderEliminarmitxel
ResponderEliminarUna par de hostias y la excomunión, a al menos que la niegen la comunión como ha vuelto hoy a reiterar el obispo para todos los que han apoyado el proyecto de ley de Salud Sexual y Reproductiva.
Carmen
Fijate lo rapido que han reaccionado en lo referente a la votación de ayer en el Congreso.
Rafa
La monarquia, la iglesia y las dictaduras se apoyan mutuamente, son una unón de intereses, unos garantizan los privilegios materiales y otros la salvación eterna.
Geni
La iglesia solo abre la boca para decir barbaridades. Hoy el Camino ese justificaba su intromision en la politica diciendo que hay pecado más graves que otros y que no es comparable la pena de muerte y la pederastia con el aborto y ciertamente no lo es, pero por las razones contrarias a las que el dice.
Salud, República y Socialismo
Deberia haber escuchado las declaraciones del obispillo Martinez Camino sobre la comunion y los castigos segun el pecado,no tienen desperdicio,saludos.
ResponderEliminarQuerido Antonio
ResponderEliminarCreo que no te enteras.Esta gente sólo se preocupa de sus propios intereses,de la excomunión,del dinero de todos nosotros,porque al fin y al cabo qué es un divorcio de la realeza o la pederastia irlandesa.
Hoy Camino,muy digno,ha vuelto con la excomuniones a parlamentarios.
¡Muy dignos ellos!
Amos a ver, don Antonio. ¡Qué ganas de meterse con las sacrosantas instituciones! Que sepa Vd. que seguramente estén tomando nota y le hayan puesto en la lista negra con más de una cruz.
ResponderEliminarUn abrazo, mi querido amigo.
Severino y Felipe
ResponderEliminarHe escuchado las amenzas del tal Camino y me parece muy divertido, porque de ellas se deprende que vuelven los autos de fe. Os imaginais una cuerda de diputados saliendxo del Congreso, montados en burro y con capirotes en la cabeza, camino de la Plaza Mayor donde serian sometidos a un auto de fe; donde los diputados con Bono a la cabeza, renegando de sus pecados mientras los más cerriles son llevados a la cercana plaza de la Paja para ser quemados en la ejemplarizante hoguera. ¡Que divertido, verdad!
Freia
Que alegria que me darías si de verdad la iglesia se fijara en mi y me excomulgara para escarnio público, de esta manera me libraría de pertencer a un club al que no quiero pertenecer.
Un beso.
Salud, República y Socialismo