El chivo expiatorio

Ha comenzado el baile de depuraciones en el P.P. A las peticiones de devolución del cargo púbico por parte de Esperanza Aguirrre a los imputados de Madrid, le ha seguido ahora el “cese temporal” del Secretario General de P.P. Valenciano.

Es sorprendente la forma en que el lunes se producirá  el cese temporal de Ricardo Costa, dado que según el propio jefe de P.P. de la comunidad valenciana, Francisco Camps, el cese "no pone en entredicho ni la capacidad ni la trayectoria política desempeñada por Ricardo Costa durante este tiempo al frente del partido, ni la confianza depositada en su persona, que es total". Después de tantos halagos uno se pregunta ¿entonces porque se le cesa? Cuando uno tiene tan buena aceptación en su propio jefe lo normal no es que lo cesen, si no todo lo contrario, a no ser que en realidad el curriculum personal no sea tan brillante como parece.

La pelea fratricida ya se ha abierto en el P.P. entre los partidarios de Camps y los marginados zaplanistas y es el propio hermano de Ricardo Costa, Juan Costa, quien pone el dedo en la yaga al afirmar que "los españoles se hacen preguntas y es bueno intentar responder sobre si se tomó la decisión de contratar con algunas empresas de la trama Gürtel a lo largo de los últimos años; cuál es el origen de esa contratación; quién pudo tomar las decisiones para contratar con ellos, y de seguir trabajando con ellos y manteniéndolos". Una puya envenenada si se tiene en cuenta que fue el propio Camps quien introdujo a el Bigotes en el P.P. valenciano.

Querer reducir todo esto a una panda de corruptos que solo querían enriquecerse y perjudicar al P.P. es de un infantilismo tremendo. Esa panda de corrupto indudablemente querían enriquecerse, pero para que se enriquecieran necesitaban la colaboración de algunos militantes del P.P. que de manera, al menos ilegitima, les facilitaron numerosos contratos a dedo que posibilitaron que de las arcas públicas salieran importantes cantidades de dinero, que una parte fue a parar a los colaboradores necesarios del P.P. y otra parte sustancial ¿quien sabe si también al P.P.?

Este cese temporal puede que solo sea una fuga hacia delante de Camps, primero para contentar a la dirección nacional de P.P. y segundo para cargar sobre un chivo expiatorio las propias responsabilidades. ¡Pero ojo! Los chivos expiatorios tienen tendencia a cabrearse y no asumir su papel y entonces pueden empezar a soltar por su lengua lo que antes habían callado. Algunos ya han empezado como el exalcalde de Pozuelo.

Salud, República y Socialismo.