Vaya desfachatez

A estas alturas del curso político, nadie se asombra de la capacidad de los militantes del P.P. para manipular la verdad, para sacarse teorías conspiratorias que oculten sus verdaderos problemas, de acusar sin pruebas a tirios y troyanos; y en este mundillo hay quienes se mueven como pez en el agua.

Mucho ha aprendido, la aprendiz de Goebbels, María Dolores de Cospedal, en el arte de manipular al verdad desde que fue designada Secretaria General del P.P. Se ve que o le sienta mal el sol de la playa o los tintos de verano, pero desde que la insolación veraniega le llevo a acusar al gobierno de espiar telefónicamente a dirigentes del P.P., sin presentar prueba alguna; se ha superado a si misma y de que manera.

No solo no ha rectificado, a pesar de que los dirigentes del P.P. tratan de obviar ese tema en sus comparecencias, sino que en un derroche de cinismo, se convierte en adalid de la presunción de inocencia, pero solo para los dirigentes del P.P.

Esta mañana ha sido entrevistada en Telemadrid y ha vuelto a insistir en lo mismo, en su tesis de que hay pruebas por todos sitios del espionaje del Gobierno hacia el P.P., pero no presenta ninguna prueba. Aquí al acusado no se le presupone la presunción de inocencia, tiene que demostrarla. Y a continuación se explaya  acusado al Gobierno de que “ considera a todo miembro del PP presunto culpable, y es él quien tiene que demostrar su inocencia”, para pasar a recordar que “en el Estado de Derecho es al revés: todos somos presuntos inocentes, y el que acusa a alguien tiene que demostrar la culpabilidad”. “A los altos cargos del PP se nos presume culpables por parte del Gobierno”, reiteró, e insistió en que hay que “defender la presunción de inocencia y el derecho de defensa”, porque “si le está pasando al PP, le pude pasar a cualquier español, y es tremendamente grave”.

Hay que tener poca vergüenza  para exigir la presunción de inocencia para sí, pero negarla previamente a los demás. Personajes de esta calaña deberían estar fuera de la política porque es lo que hace indigno esta función pública. Estas actitudes denigran la política y descalifican a quienes las posibilitan, sobre todo si son alternativas de gobierno. Miedo da  pensar en lo que serían capaces de realizar estos personajes con tal de llegar al poder y una vez instalados en él lo que serían capaces de hacer para permanecer en la poltrona.

Pero hay otra cosa que también que me intriga y es la razón por la cual el Gobierno no ha llevado ya a los tribunales a todos/as los que insisten en acusar sin pruebas, Rajoy, Cospedal, Sainz de Santamaría, Aguirre, etc. Las instituciones deberían defender su credibilidad, por el beneficio de todos.

Salud, República y Socialismo.