jueves, 18 de diciembre de 2008

Desvergüenza

Parecía que pudiera ser posible un nuevo tiempo en el hacer política, que el P.P. estaba asumiendo sus errores pasados y que dentro de su necesaria tarea de oposición al Gobierno, habían quedado atrás los nefastos cuatro años de crispación política. Pues parece que no, que todo ha sido un sueño, que las nueva caras son solo el espejo de los viejos rostros crispados por la intolerancia.


Han vuelto a la vieja política de que lo que vale para ellos no vale para los demás. Para ellos era licito pactar los Presupuestos Generales del Estado con CIU, PNV, CC o con cualquiera que le posibilitara su aprobación en las Cortes Generales. Pero eso es una cosa y otra que se atreva hacerlo el actual gobierno socialista. En ese caso lo que era producto de la lógica parlamentaria se traduce en una “bajada de pantalones”. Parece como si cuando ellos pactaban, el acuerdo le salía gratis, vamos que los nacionalistas se dejaban convencer por la labia de Rajoy y no por el incremento de partidas presupuestarias para las autonomías, de donde procedían los votos que posibilitan la aprobación de los presupuestos.


Y han vuelto a la utilización del terrorismo como arma política. Ha bastado con que Rosa Diez presentara una preposición para disolver los ayuntamientos gobernados por ANV, para que el P.P: se tire al monte de la crispación. Yo no se si legalmente se pueden disolver los ayuntamiento gobernado por ANV, o si solo es un atajo legalista, pero si sé que se les ha ofrecido consensuar una resolución que permita dar pasos para la disolución de esos ayuntamientos y se han negado, por lo que queda en evidencia es que el P.P. no está dispuesto a apoyar otra cosa que no sean su propios postulados sobre la lucha antiterrorista. Nada de apoyar al Gobierno en la lucha antiterrorista, aunque se evidencien numerosos éxitos en esa lucha en los últimos tiempos. Porque les importa, tampoco, que la división de los demócratas solo favorece a los violentos, solo tienen un objetivo: las próximas elecciones generales y para ello vale cualquier medio.


Esta es la desvergüenza de Rajoy y del P.P., que no dudan en lanzar insinuaciones de un nuevo dialogo con los terroristas con tal de conseguir sus objetivo. Desvergüenza e hipocresía, aplicando la ley del embudo. Y todavía se extrañan que se diga que hay tontos de los cojones que siguen votando al P.P. Las reglas del juego deben ser iguales para todos, de lo contrario los políticos mancharán la dignidad de la política.



Salud, República y Socialismo.

2 comentarios:

  1. Nada nuevo bajo el sol, y lo que nos queda por ver.

    Salud y República

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  2. Efectivamente Antonio, no debería asombrarnos. La derechona es la derechona... y en cuanto se rasca un poco.

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