Estamos en tiempos de crisis. Crisis que para algunos va a significar tener una cuenta de resultados menores que en otros años; para otros llevar a la ruina a unas empresas que por una negligente gestión hoy están en la bancarrota, para muchos: paro, decremento del poder adquisitivo y perdida de patrimonio, en resumen pagar las consecuencias de los errores de otros y para otros muchos pasar de mal comer a no comer.
Y ante esto las medidas que se toman son ayudar a los causantes de la crisis, dejar en la mayoría de los casos a su libre albedrío a los perjudicados de los países del primer mundo y condenar aun más al hambre y la miseria a los mas desfavorecidos del tercer mundo; porque lo primero que se ha hecho en muchos casos es retirar de los presupuestos de los estados ricos las ayudas al desarrollo.
Cuando muchos de los grandes bancos siguen teniendo beneficios de vergüenza, cuando los EE.UU. se gastan todos los días miles de millones en guerras genocidas y cuando miles de millones se dedican a los ejércitos y a la carrera armamentística; se cierra el grifo de la ayuda humanitaria. ¿Cuántas vidas se podrían salvar con una parte de los beneficios de los bancos y con el dinero de las guerras imperialistas? No se puede entender que, ni siquiera en tiempos de crisis, el 0,7% de los presupuestos de los estados signifique una carga para los países ricos cuando con ese porcentaje se podría construir un mundo más justo y mejor.
Pero es que además la negación de ese 0,7% va en contra de los propios estados. La inversión en desarrollo en los países del tercer mundo eliminaría muchas de las tensiones migratorias actuales. ¿Alguien se piensan que las personas del tercer mundo se lanzan a una aventura incierta por hacer turismo o es acaso por tener una situación de pobreza insostenible? Los países desarrollados tienen una deuda tremenda con el mundo subdesarrollado. Durante mucho tiempo se han sometido o esclavizado a sus naturales y se ha esquilmado sus riquezas, para después cuando los pueblos se levantan exigiendo libertad se les abandonan, en muchas ocasiones, en manos de tiranos que no hacen más que cambiar de mano el poder dictatorial con que eran sometidos por las potencias colonizadoras.
Es hora ya que el mundo desarrollado se de cuenta de esa realidad, de la deuda moral y real que se tiene con el tercer mundo y se tome en serio el desarrollo de los países mas pobres. Lo estará haciendo también en su propio beneficio. La ayuda al desarrollo no es un gasto es simplemente una inversión.
Menos guerras, menos carrera armamentística, menos beneficios de vergüenza de las multinacionales y más ayuda al desarrollo para sacar de la pobreza y la miseria a millones de seres humanos.
Salud, República y Socialismo.
¿Menos guerra y más desarrollo? Un día de estos te llamarán demagogo, querido Antonio.
ResponderEliminarNo hay nada que hacer, este sistema además de injusto es inmoral y vive de esquilmar al TErcer Mundo.
Salud y República
Voy añadir a lo del amigo Rafa la hipocresía y el descaro total de la Iglesia y más aun del Vaticano, que pide y es el estado más rico del mundo...vamos que tanto pedir para los pobres y ellos con una crucecita de esas que tienen podrían alimentar a todo el tercer mundo...y si no el derroche de dinero cada vez que su santidad tiene que desfilar, si es que hay cosas que no son lógicas e indignan y aun encima nos hacen sentir culpables por no dar a los pobres. Y no sigo porque tendría que hacer una entrada...jeje.
ResponderEliminarUn beso y como siempre interesante tu entrada.
¡Salud, Memoria y Libertad!
Amigo Rafa
ResponderEliminarPodré ser útopico pero no demagogo, aunque mis enemigos, si los tengo, pueden llamarme como les venga en gana. Me importa un bledo.
Saiza
Tienes toda la razón la hipocresía de la iglesia católica es infinita.
Salud, República y Socialismo
Ayer mismo salía en prensa que con solo 3000 millones de euros (300 veces menos de lo que ha supuesto el plan de rescate financiero de la UE) se acabaría con el hambre severa infantil (nada menos que 19 millones de niños están afectados)
ResponderEliminarAntonio rr
ResponderEliminarEsa es la paradoja el capitalismo utiliza los impuestos de todos para salvarse, en lugar de ayudar a los más desprotejidos.
Salud, República y Socialismo