De nuevo, tras el periodo estival, estoy con vosotros para iros mostrando algunas de mis fotos. En junio os hice un pequeño anticipo de la isla de La Palma, ahora voy a mostraros la isla en detalle.
Voy a empezar por la Caldera de Taburiente. Contra todo pronostico la Caldera en si, no es de formación volcánica. En su origen números volcanes subterráneos levantaron una gran masa mineral que llegó hasta más de 3.000 metros de altura, ahora la máxima altitud es de 2.426 metros. La erosión producida durante millones de años por las aguas torrenciales y númerosos desplomes es lo que ha producido la actual Caldera.
Para adentrarse en la Caldera hay que proveerse de unas buenas botas, algo de resistencia física, pues su travesía dura entre siete u ocho horas; y sobre todo no padecer vértigo, ya que alguno de sus tramos son bastante aéreos. Si se reúnen estos requisitos merece la pena adentrarse por sus caminos, porque hay tramo de belleza extraordinaria.
Para entrar a la Caldera hay que ir hasta el municipio de Los Llanos de Aridane y de allí, pasando por Los Barros, podemos llegar con el coche hasta el Barranco de las Angustias, donde un servicio de todoterrenos nos subirá hasta Los Brecitos, en la cota de 1.081 metros. Hemos superado más de 800 metros en 12 Km. pues el Barranco de las Angustias está en la cota de los 200 metros.
Desde Los Brecitos comenzamos el descenso hasta el centro de la Caldera, por un cómodo camino de tierra y en el que no se tiene sensación de vértigo pues vamos en todo momento por un espeso pinar. Las vistas que se contemplan merecen la pena. Al cabo de unas dos horas de marcha habremos llegado a la zona de acampada donde existe un centro de interpretación.
Y a partir de aquí es cuando empieza la zona no apta para las personas con vértigo pues se inicia un buen tramo con camino de piedras sueltas, en algunos momentos bastante pendiente, estrecho y en ocasiones bastante aéreo. Si no se tiene vértigo no hay ningún problema, siempre que se vaya con cuidado. Pero todo tiene premio y al fina de este mal tramo está Dos Agua, zona donde se juntan dos arroyos, uno de ellos de color anaranjado por el contenido de hierro de sus aguas. Y remontando en torno a 1 km. el arroyo de color anaranjado (en los últimos 200 metros nos tendremos que meter en el agua, estáis avisados) encontraremos la Cascada de Colores, donde se mezclan los naranjas del agua, los verdes de las algas y los azules de las piedras. Una hermosa visión para nuestros ojos. Ha merecido la pena el esfuerzo. También remontando el otro arroyo encontraremos a menor distancia una cascada de cola de caballo.
Bueno ya solo nos queda descender por el cauce de lo que los dos arroyos han convertido en un pequeño rió, del que los Palmeros están muy orgullosos porque dicen que es el único río de Las Canarias, y llegaremos a través del Barranco de las Angustias al lugar donde dejamos el coche. Pero no creáis que es un camino de rosas. Tendremos que caminar todavía un par de horas cruzando continuamente el cauce del rió y saltado de piedra en piedra. Y tampoco hay recompensa pues al final solo nos espera el coche, no hay bares, no podremos tomarnos la apetecible cerveza; tendremos que esperar a llegar al menos a Los Barros para disfrutar de nuestra merecida cerveza.
Otra forma menos cansada de observar la Caldera es subir hasta el mirador de La Cumbrecita o al del Roque de los Muchachos. Para llegar a La Cumbrecita hay que ir hasta el Centro de Interpretación de El Paso y allí solicitar el permiso de subida (es gratis, solo se hace para controlar el número de coches que sube) subiremos durante unos ocho Km. por una carretera bien asfaltada, que sale a la espalda del Centro. Cuando lleguemos al aparcamiento se puede hacer una corta marcha por un ancho camino de algo más de 1,5 Km. al final del cual hay un mirador donde se puede observar la parte más escarpada de la Caldera y cuando nos cansemos de observar esa maravilla de la naturales retornamos a El Paso, que allí si hay cerveza.
Deseo que no os hayáis cansado demasiado leyendo la caminata por la Caldera y ahora ya podéis ver las fotos. Espero que os gusten.
Fotos de la Caldera de Taburiente
Salud, República y Socialismo.
Me gusta mucho el contraste de colores. Gris pizarra, butano, marrón, verde, tierra, agua...
ResponderEliminarImpresionante La Caldera. Y tus fotos como siempre muy güenas. Por cierto, ya he visto que has enviado el jamó a Iloveiu. Lo que tienes que hacer es enviarlo por mensajero urgente, como yo, para que no te tarde tanto. Aunque me han dicho que el tuyo es de bellota.
Salud y República
Querido Rafa lo de enviarlo por mensajero urgente no se me había ocurrido, pero seguíré insistiendo a ver si consigo tripitir como tu.
ResponderEliminarPor cierto ¿por estas nominaciones dan puntos para algo?, por ejemplo la obras escogidas de Marx, Lenin o Estalin, por poner un ejemplo.
A ver si no me estoy enterando y luego te quedas tu con todos lo puntos.
Salud, República y Socialismo
Amigo Antonio, no me hagas parecer prepotente. ¿Te acuerdas de las lentejas de Pirineos? Pues igual, han sido cinco y no tres.
ResponderEliminarNO ahora ya no se llevan esas obras que están ajadas. Ahora te dan un vajilla que pone BBVA o como mucho BSCH.
Salud y República
Hace mucho que no venía a esta casa, y me arrepiento de no hacerlo con más frecuencia.
ResponderEliminarYa comenté en otra ocasión por aquí mi amor por La Palma, el paraíso en la Tierra sin lugar a dudas.
Ver ahora tus fotos me ha emocionado sobremanera. Me han venido los recuerdos de un montón de buenos momentos y amigos que allí dejé.
Me suenan ahora en la cabeza el acento palmero, las olas en la playa de los Cancajos y un timple sonando en una fiesta popular.
Los sabores del sancocho, el gofio y las papas.
Una de las experiencias más bestiales en La Palma es subir al Roque un día que las nubes estén bajas. Cuando uno va por la carretera se encuentra de repente envuelto por ellas y sin nada de visibilidad. Como si se estuviese de pronto en una niebla invernal de esas que tanto hay por aquí. Cuando se acaba de pasar este manto de nubes y se llega a la cima, arriba le espera a uno un sorprendente sol que se refleja sobre la capa de nubes de manera espectacular.
La visión desde allí arriba de la Caldera medio envuelta con las nubes es maravillosa.
He seguido la costumbre de otras ocasiones de apropiarme de alguna foto con tu permiso. Bueno, esta vez he abusado. Me he descargado todas. El corazón a veces puede mucho más que la cabeza.
Antonio, un fuerte abrazo y muchas gracias por esta entrada. Te diría que eres cojonudo, pero no quiero decir tacos en tu casa.
Angel
ResponderEliminarPuesta estate atento que habrá nuevas entregas sobre la Isla Bonita.
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