Hace 16 años se privatizó parcialmente la Empresa de Servicios Funerarios de Madrid, una operación que se saldó con la venta a Funespaña del 49% de las acciones de la empresa municipal por 0,6 € (100 de las antiguas pesetas).
Y ese tiempo es el que ha tardado la justicia en condenar por prevaricar al promotor de esa operación Luís Maria Huete del Partido Popular, entonces primer teniente de alcalde el Ayuntamiento de Madrid., Pero lo grave del caso es que el tiempo transcurrido ha hecho que los otros acusados se hayan ido de rositas, no por no estar probado su delito, sino por haber prescrito el mismo. Acojonante verdad.
Lo importante no es la condena por prevariación que se lleva Luis Maria Huete, que entre recursos, la edad del personaje (79 años) y otras zarandajas, se escapará sin cumplir la condena (dos años de cárcel e inhabilitación para cargo público). Para mi lo importante son dos cosas. La primera es que clase de justicia tenemos en este país que permite que delincuentes de guante blanco eludan la acción de la justicia por prescripción de sus delitos y la segunda es el perjuicio económico ocasionado al Ayuntamiento de Madrid y por consiguiente a la ciudadanía madrileña, porque según dice la propia sentencia lo que se pago con 0,6 €, pudo haberse vendido por la cantidad de 7.430.132 euros (1.236.270.000 pesetas), pero no contentos con ese regalo el Ayuntamiento condonó la deuda de 13.671.505 de € (2.274 millones de pesetas) que la funeraria tenía con el Ayuntamiento. Y que casualidad, dos años más tarde la funeraria arrojaba unos beneficios de seis millones de euros.
¿Cómo es posible que alguien que ha posibilitado un pelotazo de 7.430.132 euros sea solo condenado solo a dos años de cárcel? y ¿Alguien se cree que un regalo de ese tipo se da a cambio de nada?, pues esa es la vergonzosa situación de la justicia española ante los criminales de guante blanco mientras que a cualquier delincuente de poca monta se le aplican penas que no guardan relación con el delito cometido.
Y ahora viene la pregunta del millón si ha quedado demostrado que otros tres imputados en el caso se han librado de condena solo porque el tiempo ha borrado sus delitos, ¿Permitirá Gallardón que estos sigan al frente de la empresa que gestiona los servicios funerarios de Madrid?
El desarrollo de este proceso y sus escasas consecuencias condenatorias abren la veda a la privatización indiscriminada de los servicios públicos de Madrid. Da igual como se haga, luego con retrasar la acción de la justicia se pueden evitar las posibles consecuencias legales y penales de ese despropósito. Y la ciudadanía sin reaccionar.
Salud, República y Socialismo.
Antonio...hay una cosa que es la responsabilidad civil derivada de delito. en el caso de este señor, por edad y porque probablemente es su primera condena( remisión condicional de la condena en penas inferiores a dos años) se librará de ingresar en un centro penintenciario. Sin embargo, dado que de alguna manera hay una estafa al erario público, deberían ( alguien), ministerio fiscal, alguna acusación particular si la hay, seguir la pieza separada de ejecución hasta el final y embargarle hasta los calzonzillos...para que , al menos, dada la edad que tiene y teniendo en cuanta que se dedicaba al negocio funerario...no tenga "dónde caerse muerto".
ResponderEliminarSalud.
Es de esas noticias que te producen un cabreo monumental. Vergonzante y vergonzoso.
ResponderEliminarEs lamentable. Uno de los grandes problemas de este país es el funcionamiento de la justicia. La Justicia lenta es injusticia. Y este caso lo prueba.
ResponderEliminarEn cuanto a si Gallardón les dejará seguir en sus puestos, si tiene vergüenza no, tengo dudas.
Lo que dice Fritus es verdad, este tío tiene empresas y bastante dinero, si no entra en la cárcel que por lo menos se le condene con un pago sustancioso y no que como siempre paguemos todos.
Salud y REpública
A veces querido Antonio la ciudadanía no reacciona`por cosas importantes y que valen la pena, en cambio se mueven como fieras en concentraciones organizadas por el PP.
ResponderEliminarDaniel
ResponderEliminarA ver si es verdad y los demandantes, IU y PSOE, siguen hasta el final y le joden la vida a este delincuente de guante blanco.
Freia
Y sobre todo impotencia al ver lo poco que se puede hacer para que estos delincuentes no se rian de la justicia y de la sociedad.
Rafa
Yo lo tengo claro Gallardón no hará nada, lo justificará diciendo que no han sido condenados. Al tiempo.
Mª Eugenia
Si, la verdad es que da pena ver como reacionan las personas ante hechos como este.
Salud, República y Socialismo.
Buenas tardes Antonio,
ResponderEliminarLo que duele realmente es como dice Rafa, la injusticia de la justicia...
Que sigan en prisión personas por hurtos por necesidad, y que otros ladrones de guante blanco y manos sucias se vayan de rositas...
Un beso emocionado y cariñoso Antonio!
PD: Emocionada estoy despues de leer tu comentario en casa Rafa...
Veo que llego bastante tarde y ya está todo el pescado vendido, pero bueno, una por opinar...
ResponderEliminarRealmente tiene miga que se haya podido esperar tanto a juzgar, fuera esto o fuera otra cosa, y luego la sentencia es ridícula, al menos que le embargaran los calzoncillos como dice Fritus.
Por lo que parece en este país es más castigado, el robo de una barra de pan que una estafa multimillonaria.
Un beso
Yo llego cuando ya no quedan ni las espinas por vender.
ResponderEliminarDigo yo que esa gente como se entera de esos chollos y pueden comprar empresas a esos precios. Mirando ahora lo que llevo en la cartera me da para comprarle varias empresas a Gallardón. ¿Qué le queda por vender? Lo mismo me interesa algo y le llamo para hacer algún negocio.
Lo que tengo claro es que el político de turno saca buena tajada de esto. Nadie es tan imbécil de "regalar" una empresa así como así, sabiendo que se la juega, y no va a poner el cazo.
Lo de la justicia... pues ya está todo dicho. Aunque a mi siempre me ha parecido que algunos casos se ralentizan con toda la intención del mundo. Está claro que la justicia no es igual para todos, de justa no tiene nada.
Un saludo.