martes, 5 de febrero de 2008

Palabra de Dios, te alabamos señor

Dice el cardenal arzobispo de Toledo y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Antonio Cañizares, que la Iglesia no callará, aunque esto "le traiga juicios falsos e injustos que descalifican a quienes los hacen".

Que desmemoriado o que hipócrita es este señor. Cuanto silencio ha habido en la iglesia española y en la de Roma desde tiempos inmemoriales. El problema es que el silencio de la iglesia oficial siempre ha tenido la misma justificación. No se han callado cuando se trataba de defender a los poderosos y ejemplo hay a lo largo de la historia. Para ejemplo un botón o varios: Cuando el pueblo llano se levantó en Madrid hace 200 años contra el invasor francés, la iglesia no solo no se puso del lado de quienes también a ellos le defendían, sino que condenaron públicamente a esos heroicos madrileños que pagaron con su sangre y su vida, la defensa de la libertad. Entonces exigieron, además, que cayera sobre los insurrectos todo el peso de la ley y se protegiera al invasor francés, a pesar de que el propio Napoleón fue un anticlerical que mando eliminar entre otras cosas la Inquisición española.

Otro, tampoco se calló la iglesia española cuando el dictador fascista Franco se levantó contra la legalidad republicano, he hizo del levantamiento fascista, una guerra santa los contra demócratas republicanos. Al igual que hizo la iglesia de Roma apoyando la causa nazi durante la segunda guerra mundial.

Pero otras veces si se callan. Se callan cuando tratan de proteger a los delincuentes con sotana, sean estos pederastas, violadores, delincuentes económicos, juzgados y condenados. Se callan haciendo la vista gorda cuando no denuncian la opulencia en la que vive la mayor parte de su jerarquía, en contradicción con sus propios votos de pobreza y también de castidad.
Se callaron cuando en España se asesinaba impunemente, mediante juicios sumarísimos, a tanto defensor de la legalidad republicana, y se callaban ante la atrocidades cometidas en los campos de concentración donde eran maltratados y se dejaba morir de hambre y miseria a miles de esos defensores de la legalidad republicana; y mientras tanto llevaban bajo palio a su protegido, un sanguinario dictador Y se callaban cuando en la larga noche de la dictadura, se torturaba en las cárceles y en la comisarías franquistas, y se bendecían los fusilamientos y garrotes viles, de cuanto demócrata era juzgado sin garantía por los tribunales militares.
Pero hoy levantan su voz. Y levantan su voz no para protestar contra las desigualdades sociales. No. Levantan su voz para defender los privilegios pasados, porque quisieran seguir teniendo el monopolio de la educación, aunque en algunos lugares como en Madrid el P.P. se lo este poniendo facial. Porque no le gusta la laicidad del estado y quisieran que la religión católica fuese, por decreto, la religión oficial del estado. Y porque a pesar de todo cada día tiene menos poder de influencia en la sociedad española.

¡Que hablen! ¡Que hablen! Que con la defensa de sus privilegios y de aquellos que les protegen, cada día será mayor el abismo que les separe de la sociedad. Pero la sociedad también tiene que defenderse de estas actitudes hipócritas y por tanto es necesario y urgente denunciar el concordato y que como cualquier organización se autofinancien, y el estado debe de profundizar en la separación iglesia-estado, propiciando un verdadero estado laico, donde la religión este donde debe de estar, en la conciencia de las personas, no en las instituciones del estado. Y todas en igualdad de condiciones, ante el estado y la sociedad.

Salud, República y Socialismo

1 comentario:

  1. Amigo Antonio,la Iglesia siempre ha estado con los poderosos. Con quien gane, no es fácil mantenerse durante dos mil años. Hay que ponerse del lado del vencedor y no ceder ni un ápice en los privilegios conquistados.

    Totalmente de acuerdo.

    Salud y República

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