domingo, 6 de septiembre de 2015

Se ha ido un luchador

-->Hoy ha fallecido Alfredo García Moreno, sindicalista. Un sindicalista de los de antes, un sindicalista con conciencia de clase. Un sindicalista del que muchos de hoy en día tendrían mucho que aprender.
Conocí a Alfredo en 1976 al inicio de la huelga de los telefónicos de abril de ese año. Una huelga ilegal que se mantuvo durante casi un mes por el esfuerzo y el buen hacer de muchos hombre y mujeres como Alfredo. Alfredo era de esas personas que enseguida te enganchan. Por su personalidad, por su verbo fácil en las asambleas, por su capacidad de convicción y sobre todo por su actitud honesta y su compromiso social. 

Yo, y otros muchos como yo, tomamos conciencia social gracias a personas como Alfredo. A él le debemos en un momento clave de la historia de este país,  el inicio de la transición política, el comienzo de nuestra toma de conciencia política en la lucha por un cambio político al final de la dictadura fanquista.

Alfredo en 1975, Vocal del Jurado de Empresa
Alfredo tomo parte en las Candidaturas Unitarias y Democráticas (CUD) impulsadas por las clandestinas CCOO en las elecciones sindicales de la entonces Compañía Telefónica Nacional de España de 1975, siendo elegido Vocal Nacional del Jurado de Empresa, el equivalente a miembro del actual Comité Intercentros de Telefónica. Desde allí los miembros de la CUD impulsaron las movilizaciones de finales  de 1975 y la primavera de 1976 en la CTNE. Consecuencia de esas movilizaciones Alfredo fue despedido y no fue reingresado en el empresa hasta el 19 de abril de 1982. Siendo de los últimos que consiguieron la amnistía laboral. Por algo sería. 

Alfredo fue siempre un luchador, un luchador todo terreno. Un luchador que estaba siempre en primera  línea de los conflictos, en las huelgas generales o en la defensa  de los problemas del día a día de los trabajadores. Además era también  una gran persona. Bajo esa apariencia de bruto se escondía una persona sensible, enormemente sensible. Todo su apariencia de bruto escondía en realidad una gran nobleza. Por eso Alfredo era una persona muy querida en su entorno. Todo ello conformaban en él el gran sindicalista que fue. 

Hoy los viejos sindicalistas, sus compañeros de lucha en estos últimos 40 años le recodábamos en el tanatorio de San Isidro en Madrid y todos coincidíamos en la gran persona que era por encima de los defectos que todos tenemos. Coincidamos en el cariño que él se hacía ganar de todas las personas que le rodeaban.

Hoy nos ha dejado. Después de una terrible enfermedad se ha apagado. Pero su espíritu, su recuerdo nunca nos abandonará, el será un ejemplo de las nuevas generaciones de sindicalistas de los que está tan necesitado este país.

Allá donde esté, estará  en la barricada de los más desfavorecidos y con toda seguridad haciendo sindicato, de los de antes. Alfredo gracias por tu compromiso,  tu honestidad, tu ejemplo y por lo mucho que aprendimos de ti. Descansa en paz.

Salud, República y Socialismo.

1 comentario:

Unknown dijo...

Compañero en la distancia pero tan cerca, compartimos, trabajo, compromiso, fatigas y lucha. Es un tópico pero cuando uno mira alrededor echa de menos hombres como tú.
Descansa en paz que te lo has ganado.
Salud

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