Tras la imputación de Cristina de Borbón se han levantado voces sobre la conveniencia de que renuncie a la sucesión a la corona. A mi, como republicano, me parece irrelevante. Creo que es el árbol que no nos deja ver el bosque.
¿Que importa si Cristina de Borbón mantienen o no sus derechos dinásticos? ¿Qué puede ocurrir si una presunta delincuente llega al trono de la monarquía española? ¿No sería el mayor descrédito que le pudiera ocurrir a la institución monárquica? Por otro lado los españoles hemos padecido un rey que si no es por la inviolabilidad que le otorgaba la constitución española, se podría haber visto en mas de un aprieto jurídico.
El Borbón que nos reinó heredó de la dictadura franquista el sillón, su fortuna jamás ha podido ser auditada ni conocida su procedencia, sus peligrosas amistades con las monarquías dictatoriales árabes son más que una vergüenza, su cuestionada actuación la noche del 23f dejaron muchos aspectos opacos y no hablemos de su vida intima ni el tren de vida llevado entre fiestas y cacerías.
¿Es más indignante la posible condena de Cristina de Borbón o la trayectoria de su padre? Con la renuncia solo se evitaría un nuevo y bochornoso espectáculo de lo que es la monarquía española. Quienes piensan en la renuncia solo piensan en el mantenimiento de la monarquía. No piensan en el bienestar de la ciudadanía sino en el prestigio de una institución antidemocrática.
Por tanto yo pienso que a cualquier republicano mínimamente consecuente le debe traer sin cuidado si Cristina de Borbón renuncia o no a la línea sucesoria de la monarquía española. Si yo no tengo oportunidad de decidir sobre la jefatura del estado me importa un bledo quien la ocupe, porque no me sentiré representado por esa persona. ¿Quién me asegura a mi y al resto de la ciudadanía que el actual monarca va a cumplir con toda la legalidad si su persona es inviolable?
No nos confundamos, el problema no es que una presunta delincuente pueda llegar a ocupar el trono de las España. El problema es la propia institución monárquica y por eso este Borbón, que es más inteligente que el padre, pretende dar una falsa imagen de transparencia, honestidad y de modernidad, dándonos una de cal y otra de arena, como hizo en su primer discurso navideño.
La acusación, por parte del juez Castro (menos mal que aún quedan jueces decentes y honestos), de Cristina de Borbón es una amenaza a la monarquía y sus defensores, y quienes quieren su renuncia no hacen, en mi opinión, sino apuntalar esa institución antidemocrática.
Nota.- Esto si que es preocupante:"Pedro Sánchez (Secretario General de PSOE): Yo soy republicano, sobre todo de valores, pero yo creo que tenemos un buen rey. Me gusta el rey y me gusta la reina."
Salud, República y Socialismo.