Una nueva oleada de recortes y repagos nos ha llegado desde el gobierno central y los gobiernos autónomos gobernados por el P.P. o CIU. Parece como si estuviéramos ante una carrera cuyo objetivo a alcanzar sea el máximo de recortes o el mayor numero de repagos.
Ahora se nos da un nuevo argumento para las nuevas medidas tendentes a satisfacer al único y omnipotente dios, el déficit publico. Ahora se nos dice que no es justo que quien no utilice un servicio page por él. Con esta grosera demagogia se nos quiere convencer de que lo más justo es que quien utilice un servicio pague por el. Es como si se pretendiera que en una comunidad de vecinos las goteras del tejado fueran pagadas solo por los vecinos del último piso.
Pero es además se dice que el pago por servicios se hace para garantizar el estado del bienestar, cuando esos mismo que quieren implantar el pago por servicio son los que deterioran el estado de bienestar y nos imponen un injusto repago en la sanidad, el gasto farmacéutico o nos incrementan las tasas universitarias. La derecha nacional o autonómica no cree en el estado del bienestar. Por eso hablan permanentemente de no subir los impuestos directos, para luego tener la excusa de recortar los servicios públicos e implantar el repago en esos servicios o nuevas tasas para el uso de las infraestructuras.
El gobierno central del P.P. ya ha anunciado las nuevas medidas para reducir el gasto e incrementar ingresos. Venta de empresas publicas, entre ellas Renfe, el peaje en las autovías de la red de carreteras del estado y la penalización de absentismo en la administración pública, eliminando el cobro del 100% del salario en los primeros tres meses de baja medica. En lugar de controlar el absentismo, que se puede, se penaliza la enfermedad; con un único objetivo: recaudar.
Pero si Rajoy niega que tenga planes, de momento, para implantar el peaje en las autovías, su alumna aventajada, Esperanza Aguirre, lo ha dicho alto y claro: las autovías de la Comunidad de Madrid serán de pago “porque no es justo que quien no las utilice tenga que mantenerlas”. Como si fueran a devolver a esos ciudadanos su parte correspondiente del mantenimiento de las autovías. O a mi la parte correspondiente de educación porque no tengo hijos en edad escolar. Lo ha dicho también alto y claro: “todos los días encuentra nuevos servicios en los que poder recortar”. Y se queda tan ancha y los electores populares boquiabiertos. O es que son tontos de remate.
Y como esto parece una carrera para ver quien es el que más repagos impone o más deteriora el estado del bienestar, desde Cataluña su consejero de Economía, Mas-Colell, afirma que “el gobierno central ni hace ni deja hacer”. A este nuevo terrorista de la política le parece que Rajoy es una blando, vamos un maricomplejines, y le gustaría que el gobierno del P.P. le dejara rienda suelta para que los catalanes se enteren lo que son de verdad los de CIU en materia económica y social. Porque este elemento además de lo que se impone desde Madrid, está deseando tener vía libre para imponer en en la sanidad pública catalán un nuevo repago, el repago alimenticio. A razón de cinco euros por día y persona. Además como el se las da de progre dice que lo justo es que aquellos que ganan más de 100.000 euros anuales paguen la totalidad del importe de las medicinas en lugar del 60% propuesto por los blandos del P.P. ¿Pero a quien quiere engañar este personaje? ¿Acaso alguien se cree que quienes gana mas de esa cantidad utiliza la sanidad privada?. Con ese canto al solo lo único que pretende este siniestro personaje es confundir a la ciudadanía y callar a muchas cándidas voces.
En definitiva de lo que se trata es, bajo la excusa de la crisis económica, de instaurar una sociedad dual. Donde el acceso a los servicios públicos esté mediatizado por el poder adquisitivo de las personas. Unos servicios públicos de calidad para los que puedan pagárselo y otros servicios públicos de beneficencia para la parte de la ciudadanía mas desprotegida.
No nos dejemos engañar porque el estado del bienestar universal solo es posible si es sostenido mediante los impuestos que todos pagamos. Repagar por los servicios sanitarios es penalizar la enfermedad. No pagar el 100% de las bajas laborales en lugar de la lucha efectiva contra el absentismo es también penalizar la enfermedad. Imponer el peaje en la autovías es imponer un tripago, cuando pagamos los impuestos directos, cuando pagamos los impuestos indirectos (gasolina y circulación) y cuando paguemos el peaje por el uso.
Lo que lo verdaderamente necesita la sociedad española es una profunda reforma fiscal que haga que quien mas tiene colabore en su mantenimiento en mayor cuantía, eliminando las desigualdades fiscales (fiscalidad de las rentas del capital, SICAV, deducciones y bonificaciones del impuesto de sociedades, etc.) y persiguiendo el fraude fiscal, y la económica sumergida. Lo demás es trabajar para imponer la desigualdad social.
Salud, República y Socialismo